viernes, 18 de mayo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Eslovenia

¡Paz, mis queridos hijos!

Soy la Reina del Rosario y de la Paz y la Madre de todos ustedes!

Mi Hijo Jesús me envía aquí para invitarlos al amor, la oración y la paz.

Mis hijos, los amo y les concedo paz, la paz de mi Hijo, para que sus familias pertenezcan a Dios.

Gracias por sus oraciones por el bien del mundo y por la paz. Dios los ama y les da gracias especiales.

Hoy los coloco dentro de mi Inmaculado Corazón y llevo sus oraciones al cielo. Mis hijos, amen, amen, amen, para que puedan superar el mal que desea destruir la paz de sus hogares. Oren el rosario. El rosario es la oración que les pido que oren todos los días, porque con el rosario todo mal que el diablo desea causarles será destruido.

Hoy les doy mi amor, y con la presencia de mi Madre entre ustedes, los invito a ser testigos del amor de Dios y de mis mensajes a sus hermanos y hermanas. Gracias por su presencia. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

La Parroquia de Bertoki estaba siendo visitada por la imagen de Nuestra Señora de la Visión de Strunjana, en conmemoración del 500. Aniversario de esta aparición. Y precisamente el día que iba a dar mi testimonio en Bertoki la imagen de Nuestra Señora, desde el día anterior, estaba visitando la Parroquia. Por lo tanto, Nuestra Señora nos dice en el mensaje: "Con mi presencia como Madre, en medio de ustedes, los invito a ser testigos del amor de Dios y de mis mensajes a sus hermanos y hermanas." Es decir, con la presencia de su imagen que representa su aparición que ocurrió en el pasado, y sus mensajes presentes, concedidos al pueblo de ese lugar, después de tantos años, allí en la Iglesia en ese momento.

Cuando Nuestra Señora apareció, su imagen visitando la Iglesia comenzó a moverse y a volverse luminosa. Majestuosamente, la Virgen comenzó a elevarse y tomar forma y del tabernáculo salió una luz que se unió a ella e inmediatamente después la Virgen apareció con el Niño Jesús en sus brazos. Me emocioné al ver esta hermosa visión y cómo ocurrió: Madre e Hijo, allí en la Iglesia frente a nosotros bendiciéndonos y dándonos su amor. Escuchemos sus llamados y cambiemos el rumbo de nuestras vidas y tendremos paz.