viernes, 12 de abril de 2013

Cuanto más sufrimiento acepten todos ustedes, más almas podrá salvar aún Mi Hijo.

- Mensaje Nº 97 -

Mi querida hija. Yo, tu Jesús, te agradezco desde lo más profundo de Mi corazón por aceptar y soportar incluso este sufrimiento por Mí.

Sé lo doloroso que es esto para ti, fue tan doloroso para Mí también. El miedo que sentiste ayer es el miedo que sentí entonces. El miedo, la angustia, el sufrimiento y el dolor también fluyeron a través de Mí cuando se Me puso la corona de espinas y la espina Me perforó el ojo derecho. Una angustia terrible, una incertidumbre, la pregunta de por qué y la certeza de que en un diminuto instante todo cambia, sin poder evitarlo, sin esperarlo jamás.

Hija Mía, te amo mucho y Mi sanación te doy, pero como con el primer sufrimiento, lo que aceptaste por Mí, este segundo sufrimiento también permanecerá, porque así es como estás más cerca de Mí. Tu ojo sanará, sin embargo la espina permanecerá, tal como lo sentiste con el primer sufrimiento.

Niño Mío, no tengas miedo. Cada sufrimiento te acerca un poco más a Mí, y a través de tu sufrimiento puedo salvar las almas que se consideraban perdidas. Que este conocimiento te sea un consuelo y siempre vengas a Mis brazos. Te sostendré y te guiaré y estaré muy cerca de ti.

Confía en Mí, en tu Jesús. Te amo. Amén.

Nuestra Señora: Niño Mío. Mi Hijo está exultante de que también hayas aceptado este sufrimiento, porque ahora ÉL puede salvar almas que parecían perdidas.

Son almas que pertenecen a la mitad de aquellos que habrían sido arrojados a la perdición durante el gran cisma. Ahora también ellos tienen una oportunidad de Vida Eterna, y esto es posible gracias a aceptar tales sufrimientos por Jesús.

Cuanto más sufrimiento acepten todos ustedes, más almas podrá salvar aún Mi Hijo. Hijos Míos, este tiempo de sufrimiento será corto. Porque pronto Mi Hijo descenderá del cielo y redimirá a todos Sus fieles hijos.

Así que creen en Jesús, Mi Hijo! Entréguense a Él, como muchos de Nuestros hijos visionarios han hecho, y ayuden a salvar tantas almas como sea posible.

Yo, tu Madre en el Cielo, te agradezco por esto, y espero el día en que todos vivamos unidos en el Nuevo Mundo.

Así sea.

Tu Madre en el Cielo.