Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania
viernes, 8 de marzo de 2013
Quien ora se protege a sí mismo y a los demás.
- Mensaje No. 51 -

Hijo mío. Siéntate conmigo. Sí, Nosotros, Mi Hijo y Yo, tu Madre en el Cielo, te pedimos que escribas y proclames Nuestra Palabra, que la comuniques a la gente, porque los amamos mucho. No te preocupes por difundirla, pues Mi Hijo, Jesucristo, está haciendo esta tarea por ti.
Él, quien es Todopoderoso, dio Su consentimiento, Su aprobación a esta misión tan importante, y por lo tanto estos mensajes serán leídos y difundidos por muchos hijos de hombres. Mi Hijo se está encargando de ello.
Hijo mío. Una vez más viste el poder del mal emergiendo, y con disgusto observaste a los demonios oscuros pasando sobre tu casa. Un momento se mostraron, al siguiente se escondieron. Es así, hijo mío, porque trabajas para Nosotros. Los demonios malignos te persiguen, pero no tienen poder sobre ti. Estás bajo Nuestra protección y no tienes nada que temer, ni siquiera por tu familia.
Hijo mío. Mi querida hija. Yo, tu Jesús, te amo mucho y no permitiré que ningún daño te llegue a ti ni a tus seres queridos. Mucho ya has sufrido, mucho sufres en relación con aquellos que no quieren creer en mí. Duras pruebas has sido sometida, y las has superado. Las has aceptado y has encontrado el camino hacia Mí, tu Jesús, y Me has amado desde el primer momento, aunque, Mi querida pequeña hija, también a veces has gritado al Cielo en desesperación por la incomprensión.
Hija mía, vives una /tu vida confiando en Nosotros. Comenzaste a confiar en Mi Santísima Madre cuando Ella se te apareció de la "nada" y al principio pensaste que todos podían verla. Aceptaste todo como algo natural, sin realmente entender nada, pero confiaste desde el principio y "soportaste" todo lo que Dios Padre te impuso y tuvo que imponerte, para que pudieras ser purificada para poder entrar en Mi Reino e incluso más para ayudar a llevar a tantos hijos humanos en el camino hacia Mí, aunque ni siquiera eras consciente de ello.
Hijo mío. Mi querida hija, te he elegido y te he hecho fuerte. A través de tu SÍ he podido lograr mucho en el mundo, y aún más lograré con tu ayuda. Cree en Mí. Ámame. Gracias por escucharme. Tu Jesús siempre amoroso.
Madre de Dios: Hijo mío. Mi querido hijo. En la oración hay fuerza. Eso es todo lo que necesitas para permanecer en el camino hacia Dios. Quien ora a Nosotros está con Nosotros y Nosotros con él. Quien ora, Nosotros le ayudamos. Quien ora nunca está solo. Quien ora se protege a sí mismo y a los demás. Quien ora ama. ¿Y qué es mayor que el amor? Vive, hijos míos. Oren y confiesen y sean buenos unos con otros. Este es el camino hacia Dios. Gracias, hijo mío. Buenas noches.
Jesús: Hija mía, Mi querida hija. Haz todo por amor. Si lo haces así, se considerará bueno en el cielo y ayudará a aliviar el sufrimiento en la tierra. No importa cuán mala sea la situación, no pierdas el amor en sus corazones. Siempre recuerda esto e intenta vivir de acuerdo con ello. Si te resulta difícil, llámame, tu Jesús. Te ayudaré.
Oración No.12: - Oración para asistencia y amor
Oh mi Jesús, ayúdame en esta situación. Inúndame con Tu amor para que pueda transmitir y sentir este amor para regalar a otros con amor también. Amén.
Hija mía. Te amo.
Tu Jesús.
Origen: ➥ DieVorbereitung.de
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.