lunes, 21 de marzo de 2016

Lunes, 21 De Marzo De 2016

Lunes, 21 de marzo de 2016

Jesús dijo «Pueblo mío, en el Evangelio de hoy estáis viendo a una mujer que Me unge con un aceite muy caro, que en realidad era una señal para preparar Mi entierro. En la Semana Santa estáis viendo todos los acontecimientos que conducen a Mi muerte en la cruz. Ésta será la hora de Mi sacrificio por todos los pecados de la humanidad. Hasta este momento, Me alejé de todos Mis perseguidores que querían matarme. En el jardín acepté la Voluntad de Mi Padre de que renunciara a Mi vida humana, para poder vencer al pecado y a la muerte. La muerte no Me atenaza, pues pronto conmemoraréis de nuevo Mi Resurrección en vuestros servicios. En el Evangelio también fuiste testigo del amor de Judas por el dinero, pues se quejó de que el aceite debería haberse vendido para dar el dinero a los pobres. Realmente era un ladrón al robar dinero de la bolsa común. Incluso cuando Me traicionó, se puso un precio de treinta monedas de plata sobre Mi cabeza. Su mayor destino es que no pudo aceptar Mi perdón, y Satanás se apoderó de su corazón y le llevó al suicidio. Todas estas cosas sucedieron según Mi plan para la salvación del hombre».

Dijo Jesús: «Pueblo mío, esta serpiente en el árbol representa a la gente del mundo único, y cómo mienten con lengua bífida. Son las víboras venenosas que propagan sus maldades mediante la cultura de la muerte que mata a la gente para reducir la población. Se deslizan como las serpientes de Satanás, mientras buscan la ruina de las almas. Satanás y sus secuaces intentan robarme almas para arrojarlas a las llamas del infierno. Yo he venido a salvar almas, pero Satanás y los demonios han venido a destruir almas. Pido a Mis almas fieles que salgan y conviertan a las almas a Mi camino para que puedan salvarse. El que coma Mi Cuerpo y beba Mi Sangre, tendrá vida eterna Conmigo en el cielo. Para venir al cielo, debes arrepentirte de tus pecados y permitirme ser el Maestro de tu vida. Siempre perdonaré al pecador arrepentido. Evita a los malvados, y no creas sus mentiras, ni tomes ninguna astilla en tu cuerpo. Creyendo en Mí, y siguiendo Mis Mandamientos, te salvarás en el cielo».