sábado, 19 de mayo de 2012

Sábado, 19 de mayo de 2012

Sábado, 19 de mayo de 2012:

Jesús dijo: “Mi gente, han leído cómo San Juan el Bautista quería que la gente se arrepintiera de sus pecados y se bautizara. También recuerdan cómo Jonás les dijo a la gente que se arrepintiera y ayunara o Nínive sería destruida. Algunos de ustedes han leído el libro reciente sobre los Heráldos, y cómo se ha advertido a América que se arrepienta de sus pecados, o podrían seguir el camino de Israel hacia el exilio. Han sido advertidos como en Isaías 9:10, en la destrucción del 11-09-01 y su colapso financiero de 2008. Si no cambian sus costumbres y Me siguen, entonces están invocando Mi juicio contra América. Aún así están abortando a sus hijos, cometiendo muchos pecados sexuales, y ahora algunos están justificando el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin seguir Mis caminos en lugar de los caminos del hombre, ¿cómo pueden detener Mi juicio contra América? En el Evangelio quiero guiarlos a Mi Padre en el cielo, pero si no escuchan Mis palabras, y ponen su fe en acciones, entonces Mi juicio caerá sobre ustedes. América está dando la espalda a Mí, ya que pocos están orando y honrándome el domingo. Si realmente Me aman, Me mostrarían su amor en oraciones y adoración, así como mostrando su amor por su prójimo en buenas obras. El juicio de América está llegando, y llegará a través de la gente de un solo mundo al apoderarse de su país. Soy misericordioso y amoroso, así que les permitiré tener la protección de Mis ángeles en Mis refugios. Confíen en Mí y síganme, y recibirán su recompensa conmigo en el cielo.”

Jesús dijo: “Mi gente, dejo las puertas a Mi corazón abiertas todas las horas del día, lo cual es diferente de sus iglesias cerradas. Estoy abierto a los pecadores arrepentidos, y perdonaré sus pecados en cualquier momento. Algunas personas son reacias a venir a la Confesión por temor a que el sacerdote critique sus pecados, o por estar lejos de la Confesión durante mucho tiempo. No tengan miedo de venir a Mí porque quiero que Mis fieles sean limpiados de sus pecados al menos una vez al mes. También hay algunas personas que no quieren confesar sus pecados a un sacerdote, o algunos que no quieren admitir que han cometido algún pecado. Para venir a la Confesión, Mis fieles necesitan humillarse al pedir Mi perdón. Llámame para que les envíe Mis ángeles para defenderlos de los demonios. Amo a todos los pecadores, y quiero verlos arrepentirse para que sus almas puedan ser salvadas. Den alabanza y gracias a Mí por ofrecerme Mi vida por cada uno de ustedes. Todos están en una batalla por las almas, y necesitan extenderse en la caridad para evangelizar tantas almas como sea posible.”