sábado, 22 de octubre de 2011

Sábado, 22 de octubre de 2011

Sábado, 22 de octubre de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, habéis oído de San Pablo cómo debéis vivir según la ley del Espíritu de Dios. No debéis preocuparos tanto por las cosas de la carne, sino más por la vida eterna en el espíritu. En la parábola del higuero no hay fruto en él. El dueño quería cortarlo porque no había dado fruto durante tres años. El jardinero le pidió al dueño que le permitiera un año más para cultivarlo y fertilizarlo. Esta parábola habla de Mis fieles que también deben dar fruto como vuestras oraciones y buenas obras. Habéis oído Mi Palabra y habéis sido bendecidos al recibir la fe. Ahora debéis actuar según Mi Palabra y mostrar vuestro amor por Mí y por vuestro prójimo en vuestras acciones. Esto significa que necesitáis orar a Mí y adorarme cada día. Con vuestra caridad desde vuestro corazón, debéis tender la mano para ayudar a vuestros vecinos en sus necesidades. Debéis aprovechar cada oportunidad para ayudar a vuestros familiares o amigos en sus necesidades sin quejaros, y actuar sin que os lo pidan. Por cada buena obra que hagáis, almacenaréis un tesoro en el cielo. Así que después de algunos años, si no dais fruto, podríais ser como este higuero estéril. Os ofrezco cultivaros con Mis gracias y Mi Palabra. Os doy la Confesión para perdonar vuestros pecados, y os enriquezco con el fertilizante espiritual de Mis gracias. Si no dais fruto durante vuestra vida, entonces estáis arriesgando el infierno si os cortan por no obedecer Mis leyes. Pido a Mis fieles que den fruto y que vuestras obras se multipliquen, para que cuando os enfrentéis a Mí en vuestro juicio, se os encuentre como un higuero cargado de fruto.”

Jesús dijo: “Mi gente, muchas veces los barcos se pierden en la niebla, y la luz del faro les da su rumbo para que puedan encontrar su camino. En el ámbito espiritual hay mucha gente perdida en la niebla del ruido mundano y los deseos de cosas y actividades terrenales. Mi luz de santuario en Mi capilla de Adoración está localizando Mi Presencia Real para que Mis fieles sepan dónde encontrarme. Cuando venís al silencio de Mi Presencia, tenéis la oportunidad no sólo de hacer vuestras peticiones de oración, sino también de escuchar Mi voz en vuestro corazón. Es en vuestra oración contemplativa donde puedo mostraros cómo avanzar en vuestra misión. No es fácil encontrar paz y tranquilidad, pero cuando venís a la Adoración, os tranquilizo la mente y traigo paz a vuestra alma. Dad gracias de que soy vuestro oasis de gracia y paz. Si la gente pasara más tiempo visitándome en la Adoración, encontrarían más propósito en sus vidas, y dejarían de perder tanto tiempo en preocupaciones mundanas sin valor. Seguid buscando Mis lugares de Luz donde podáis encontrar descanso para vuestra alma.”