viernes, 26 de agosto de 2011

Viernes, 26 de agosto de 2011

Viernes, 26 de agosto de 2011:

Jesús dijo: “Mi gente, el Evangelio de hoy sobre las vírgenes sabias e insensatas es el mensaje más obvio sobre hacer los preparativos adecuados para los últimos tiempos. Les he advertido a Mi gente sobre estar listos física y espiritualmente para el tiempo de tribulación que se avecina. No quieren que Me enfrenten diciéndoles que no los conozco, porque ustedes tampoco conocen el día ni la hora de Mi venida. Necesitan ser prudentes en sus preparativos sin temor, pero confíen en Mi protección. Les han advertido que tengan algo de comida para la próxima hambruna, y que estén listos para ir a Mis refugios cuando los malvados quieran matarlos. Las vírgenes sabias compraron aceite para sus lámparas y estaban listos cuando llegó el Novio, pero las vírgenes insensatas no estaban preparadas y fueron encerradas fuera de la fiesta cuando fueron a buscar aceite para sus lámparas. Mis fieles han hecho sus preparativos y están listos para cualquier desastre que pueda ocurrir. También están preparados para ir a Mis refugios. Aquellos que no estén preparados pueden quedarse hambrientos sin comida, y pueden ser asesinados en los campos de la muerte del centro de detención por no abandonar sus hogares para Mis refugios. Pongan su confianza en Mí siguiendo Mis advertencias al hacer sus preparativos. Ven los terremotos y las tormentas a su alrededor, así que lean las señales de los últimos tiempos, y estén preparados.”

Jesús dijo: “Mi gente, esta visión les muestra un contraste entre la Luz y la oscuridad. En el reino espiritual, esto puede ser un contraste entre el bien y el mal. Cuando traigo Mi Presencia entre ustedes, soy la Luz que dispersa la oscuridad que representa el mal. En ciertas áreas de su país hay parches de maldad como en la ciudad de Nueva York donde aceptan leyes homosexuales, y hay la codicia del dinero en Wall Street. En San Francisco he hablado de los efectos del comportamiento homosexual en su sociedad. Diversos castigos caerán sobre estos centros del mal. Los terremotos derribarán a San Francisco, y ahora este último huracán se dirige a la ciudad de Nueva York. Así como el diablo lleva a la gente de un solo mundo a hacer sus malas acciones, así Yo estoy llevando a Mis fieles a orar por estas personas malvadas, y ser una fuerza para el bien en la evangelización de las almas. Verán esta batalla entre el bien y el mal llegar a su punto culminante durante la tribulación. Se alegrarán cuando Yo intervenga y declare Mi victoria sobre el mal.”