domingo, 13 de marzo de 2016

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Mis queridos hijos, hoy que contempláis el Aniversario de mis apariciones a mi hijita Amalia Aguirre en Campinas, y termináis también mi Trigésimo, de nuevo vengo a pediros: Oración, Sacrificio y Penitencia. Sin estas cosas ni el mundo ni vosotros podéis salvaros.

Vosotros, hijos míos, debéis orar con el corazón todos los días, hacer sacrificios de amor y también reparación por los pecados del mundo entero y también por los vuestros. Para que esta humanidad dominada por Satanás y el pecado vuelva a vivir por un milagro de la gracia de Dios y de mi Corazón Inmaculado.

Abrid vuestros corazones a Mi Llama de Amor para que entre en vuestros corazones y realice la transformación interior que Dios desea, es decir, que vuestro yo corrompido muera para que nazca en vosotros la nueva criatura renovada por la gracia de Dios.

Apresurad vuestra conversión porque los tres días de oscuridad están muy cerca y no hay más tiempo que perder con pasatiempos, diversiones y criaturas.

Reza, haz los grupos de oración que te he pedido en todas partes, porque son la última esperanza de la humanidad.

Meditad cada vez más sobre Mi vida y Mis privilegios, porque son extraordinarios para quien los medita. Rezad el Santo Rosario todos los días, porque quien Me ama y Me sirve por Mi Rosario no se condenará eternamente, porque Yo le daré todas las gracias necesarias para su salvación eterna y rezaré por él con Mi Hijo.

Reza, reza mucho, vive la obediencia perfecta que consiste en la mortificación de tu voluntad para obedecer la voluntad de Dios sea cual sea, como sea y donde sea.

La verdadera obediencia no retrocede, no cuestiona ni se opone a la voluntad de Dios que se te revela a través de Mí, o a través de tus superiores. Así, seréis verdaderamente santos y agradables al corazón de Mi hijo y a Mi Corazón.

Continuad viniendo a este lugar que es Mi arca de salvación, porque Aquí, os doy gracias que no os doy en otros lugares, y Aquí verdaderamente, os guardo cada vez más seguros en el refugio seguro de Mi Corazón Inmaculado.

Os bendigo a todos desde Campinas, Montichiari y Jacareí».