domingo, 15 de mayo de 2011

94º Aniversario de las Apariciones de Fátima

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos: Hoy, cuando aún están celebrando el ANIVERSARIO DE MI PRIMERA APARICIÓN EN FÁTIMA, a mis tres pequeños favoritos, los pequeños Pastores Lucía, FRANCISCO y JACINTA.

Los invito a seguir con Mis queridos pequeños Pastores el camino de santidad, perfección y verdadero amor al que los he llamado aquí en estas Apariciones de Jacarí que son la continuación y conclusión de Fátima y donde cada día los guío y los conduzco hacia Dios, el Cielo y la salvación.

Con Mis queridos pequeños Pastores, he seguido el camino de la oración, rezando cada vez más como ellos rezaban, haciendo de su vida una oración continua e intensa, ofreciendo junto con la oración del Rosario, el Rosario y las Horas Santas que les he enseñado: su propia vida, sus obras, como un acto de oración incesante a Dios a través de Mi Inmaculado Corazón. Para que cada día pueda ofrecer al Señor un gran poder de oración que viene de sus almas y ofrecido en Mis Manos para que pueda presentárselo a Dios. Para que de esta manera, cada día pueda alcanzar aún más tiempo de justicia divina para que los pecadores se conviertan, pueda detener tantos planes que Satanás quiere desplegar y realizar en el mundo para conducirlo a la perdición. Y para que pueda siempre alcanzar más por ustedes Mis queridos pequeños hijos las gracias necesarias para su santificación y salvación y los conduzca cada vez más por el camino del perfecto cumplimiento del plan del Altísimo.

Con Mis queridos pequeños pastores, sigan el camino de la penitencia, haciendo como ellos hacían aceptando todos los sufrimientos que Nuestro Señor les permite, llevando su cruz diaria con paciencia y mansedumbre ciertos de que sus sufrimientos son redentores, ayuda en la obra de la salvación del mundo, espiando muchos pecados, logrando para muchas almas la gracia de la contrición y conversión. Y sobre todo, purifiquen sus almas de tantas manchas de pecado que a lo largo de sus vidas han contraído.

De esta manera Mis hijos, siguiendo más y más conmigo con Mis pequeños pastores por el camino de la penitencia cada día, puedo transformarlos en rosas rojas de sacrificio para ofrecer a Dios, con la oración los transformo en rosas blancas que siempre están perfumadas y abiertas para ofrecer el dulce y gentil perfume de sus almas para complacer al Altísimo. Y al mismo tiempo perfumar este pantano de pecado que se ha convertido el mundo y transformarlo en un jardín oloroso de santidad.

Con Mis más queridos pequeños Pastores, sigan el camino de la penitencia, haciendo cada vez más de su vida una oración continua de perdón a Dios, no solo por sus pecados sino también por los de todo el mundo, renunciando cada vez más a su voluntad, mortificándose en lo que más les gusta y lo que su naturaleza corrupta más desea. Para que pueda transformarlos en 'rosas amarillas' de penitencia, que cada día exhalan el gentil perfume de la mortificación, de un morir continuo a sí mismos y a su voluntad. Para que de esta manera, crucificados como Cristo, ustedes también un día puedan resucitar con Él y a través de su vida, totalmente mortificada por su ofrenda, su holocausto a Dios puedan nacer en las almas de tantos de sus hermanos y hermanas que han caído en el pecado a la nueva vida de gracia, salvación y amor de Dios.

Con Mis más queridos pequeños Pastores, sigan el camino del verdadero amor, amando al Señor y a Mí como ellos Me amaron, dando completamente sus corazones en Mis Manos, siempre renunciando a su voluntad para hacer la Mía, inmolándose sin cesar por Mí y conmigo por la salvación de toda la humanidad. Si hacen esto, como Mis más queridos Pastores de Fátima lo hicieron dando sus vidas cada vez más en sacrificio a Mí, verdaderamente podré transformarlos en copias vivientes de Ellos para la mayor gloria del Señor, de Mi Inmaculado Corazón, triunfo de la fe católica en el mundo y de Mi Corazón sobre todos los pueblos.

Entonces, Mi promesa hecha en Fátima el 13 de julio de 1917 y repetida aquí tantas veces a lo largo de estos años se hará realidad. Mi Inmaculado Corazón triunfará, primero en ustedes, luego en otras almas a través de ustedes y finalmente en todo el mundo. Y la llama de Mi Amor estallará poderosamente quemando todo el mundo y transformándolo en una sola forma mística y ardiente de amor. Lo que dije en Fátima lo repito a ustedes Mis Hijos:

¡LOS HE CONVERTIDO!

No ofendan más a Nuestro Señor Dios, que ya ha sido demasiado ofendido, prepárense porque la gran advertencia está cerca, sacudirá toda la tierra, sacudirá incluso las conciencias más oscuras e indiferentes. Todos los hombres sabrán que Dios está vivo, que Él existe, Él es la verdad y solo en Él está la plenitud y el significado de la vida. Con la ADVERTENCIA ustedes se volverán mejores, amarán más al Señor y a Mí, serán más fieles.

Prepárense por lo tanto:

Mi Inmaculado Corazón al fin, por medios inimaginables y sorprendentes triunfará!

A todos en este momento los bendigo, a través de Mis tres más queridos Pastores de Fátima. de Fátima en la Cova da Iria, de HEEDE y de JACAREÍ.

Paz Mis queridos hijos. Vayan en la paz del Señor".