sábado, 19 de septiembre de 1998

En la Capillita

Mensaje de Nuestra Señora

Día de Nuestra Señora de La Salette

"-Mis pequeños, Yo soy la Madre que llora por Mis hijos.(pausa)

Busco hoy, corazones que verdaderamente deseen la conversión. Así que oren por su conversión. Estos corazones alegran a DIOS, Mi Inmaculado Corazón, y a Mi Hijo Jesús.

Les pido que practiquen las virtudes de la Fe, AMOR y Santidad, ¡y que oren todos los días por esta intención! Oren no solo por su conversión, sino también por la conversión de Mis hijos que están lejos de Mi Inmaculado Corazón.

Confíen en Mi Inmaculado Corazón (pausa)

Hijos, atiendan Mis mensajes, Mis peticiones, y verdaderamente deseen su conversión.

Dejo una bendición en cada corazón que está aquí hoy. Dejo Mi Paz y Mi AMOR.

¡Los AMO! Los llamo.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo."

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En la noche, en la Capilla

"-Gracias, Mis hijos, a todos los que han venido. Vengan siempre, y oren por la conversión de aquellos que no creen en DIOS.

DIOS está siendo paciente con ustedes, y ÉL los está ahorrando tanto como ÉL puede, pero entiendan, Mis hijos: porque ÉL es DIOS de Justicia, ÉL purificará el mundo. DIOS no puede admitir nada manchado cerca de ÉL, así que toda impureza y pecado deben ser erradicados de este mundo, y esta purificación será a través del dolor y el sufrimiento.

Invito a todos ustedes a levantar su mirada confiada hacia Mí, que vengo del Cielo, como un Gran Ancla de Salvación, para que todos aquellos que se aferren a Mí, no se pierdan.

Mis hijos, si unen sus oraciones a las Mías, y si juntos Nos presentamos ante DIOS, seguramente perdonará y convertirá a muchas personas, porque todavía hay tiempo.

Entiendan que necesito sus oraciones, y necesito que Me escuchen, para conocer Mi Dolor.

Prometo a todos aquellos que desean en sus corazones complacer Mi Corazón, y aliviar Mis sufrimientos, prometo transmitirles los Dolores de Mi Inmaculado Corazón, para que puedan sentir conmigo, sufrir conmigo, y hacer reparación conmigo.

Mis hijos, ¡recen el Rosario todos los días! (pausa)

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo."

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