Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Vigolo, Bg, Italia

Hoy, cuando estaba en casa de mis amigos y descansaba un rato, vi a la Madre amada con el Niño Jesús. La Virgen sostenía en su mano la manita del Niño Jesús. Muy amablemente se acercó a mí y con su mirada maternal, llena de amor, me dijo:

Toma, ten en tus brazos a mi Divino Hijo.

Me dio a Jesús para que lo acogiera en mi corazón. Al recibirle en mis brazos, la visión terminó y me quedé en la habitación, meditando en mi corazón por tanta gracia y amor que acababan de concederme. Recordé sus palabras pronunciadas el día anterior de que Él es mi fuerza, mi luz y mi paz. Ofrecí al Niño Jesús mi vida y renové de nuevo mis propósitos de servirle y amarle siempre en cualquier circunstancia o prueba que pudiera aparecer en mi vida.