sábado, 23 de febrero de 2013

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz, mis queridos hijos!

Yo, vuestra Inmaculada Madre, os invito a la conversión, al amor y a la paz.

Hijos míos, este es el tiempo para renovar vuestros corazones, eliminando de ellos toda suciedad y pecado.

Dejad que Dios llene vuestras vidas con Su Amor Divino. No viváis lejos del amor de Dios, sino seguid el camino que os muestro, y alcanzaréis Su Corazón Misericordioso y perdonador.

Sed pacientes, sed pacientes, sed pacientes, porque la impaciencia y los malentendidos no provienen de Dios, sino del espíritu del mal que quiere destruir en vosotros todo el bien que Dios os ha concedido, a través de mi intercesión como vuestra Madre, en Su Divino Trono.

Os amo y os doy mi amor maternal, para que améis a Dios y a vuestros hermanos profundamente.

Hijos míos, no perdáis el tiempo: intercedid mucho por la Iglesia y el Papa. Muchas cosas que profeticé en el pasado en Fátima y en mis muchas apariciones alrededor del mundo están a punto de hacerse realidad. El tiempo es precioso para interceder por la salvación y la conversión de vuestros hermanos, de lo contrario muchos perderán la oportunidad de algún día ver el rostro luminoso de Dios, pues se perderán irremediablemente porque nadie ha intercedido y rezado por la salvación de las almas.

Ayudad a vuestros hermanos a ser de Dios, contándoles sobre mis mensajes y mis peticiones maternales.

Amazonas, Amazonas, volved a Dios. Dejad de ofender al Señor. Dios ya no puede soportar tantos pecados. Cambiad, cambiad mientras aún hay tiempo.

Yo, la Madre de Dios, llamo a todos mis hijos a la conversión. Volved, volved ahora. Intercedid, ayunad y abandonad la vida de pecado y Dios tendrá misericordia de vosotros. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!