sábado, 28 de julio de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

La Santísima Virgen llena de luz y la gracia del cielo, vino acompañada por San Rafael,

San Gabriel y muchos ángeles, como niños, a las edades de tres y diez años. Estaba feliz al principio, pero luego su rostro se tornó triste. Nuestra Santa Madre nos dio el siguiente mensaje:

¡Paz, mis queridos hijos!

Vengo del cielo para decirles que vivan la conversión abriendo definitivamente sus corazones a mi Hijo Jesús.

Hijos, solo abriendo sus corazones a Jesús pueden obtener paz en sus vidas. No vivan en pecado. No sean desobedientes a la voz maternal mía. Los amo, y les digo que renuncien al pecado, para que puedan caminar por el camino que les estoy mostrando.

El pecado los aleja de la gracia de Dios y trae grandes calamidades al mundo. Hagan penitencia, penitencia, penitencia, o de lo contrario un gran castigo vendrá del cielo y golpeará primero a aquellos que han sido desobedientes a Dios y a aquellos que no han vivido mis llamadas.

Cambien sus vidas ahora, porque Dios desea concederles Su misericordia. Gracias por su presencia aquí, en este lugar bendecido por mi presencia como Madre. Oren, oren el rosario en familia y Dios les dará paz. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

Hoy la Virgen habló algunas cosas sobre los secretos. Tenemos que cambiar el rumbo de nuestras vidas. Mucha gente está jugando con su salvación y se está alejando del amor de Dios y de Nuestra Señora, cegados por el diablo, porque no quieren abandonar la vida de pecado y cosas malas. El orgullo y la soberbia hacen que muchos hombres y mujeres no vean que están equivocados. De hecho, saben que están equivocados, pero no quieren admitirlo y aceptar la verdad que viene de Dios, y así el diablo toma posesión de sus corazones aún más, haciéndolos convertirse en perseguidores de las obras de Dios; pero, una cosa olvidan: Nadie es mayor que Dios. La persecución siempre existirá: ¡es inevitable! Como también el infierno existe y está preparado para aquellos que quisieron luchar y destruir las obras de Dios y no se arrepintieron: ¡también es inevitable! Así como el castigo que pronto vendrá sobre el mundo: vendrá y primero sufrirán todos aquellos que fueron contra las obras de Dios, los desobedientes y aquellos que no quisieron cambiar sus vidas: esto no es inevitable, todavía se puede cambiar, pero solo si la gente se arrepiente y hace reparación por sus pecados, de lo contrario vendrá y de una manera tan terrible que la gente lamentará el día en que nacieron por haber sido tan duros, rebeldes y de corazón endurecido. Cuando el castigo llegue al mundo entonces sí, será inevitable prevenirlo o disminuirlo, porque durará tanto como Dios piense que la humanidad se lo merece, por culpa de sus propios crímenes.