Mensajes a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

 

domingo, 24 de junio de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en São Caetano, SP, Brasil

 

Hoy la Madre de Dios vino una vez más del cielo para darnos su mensaje de amor:

¡Paz, mis queridos hijos!

Hijos míos, yo soy la Reina del Rosario y de la Paz. Soy vuestra Madre Celestial que os ama tanto y quiere vuestro bien.

Rezad el rosario en familia, rezad por el mundo que se ha alejado de Dios. Abrid vuestros corazones al amor de Dios. Si queréis que Dios bendiga vuestras familias debéis rezar, confesaros y comulgar frecuentemente, para que su gracia divina esté con vosotros.

Os he estado llamando a la conversión durante mucho tiempo. Muchos de mis hijos no viven mis mensajes. Aparecí en Lourdes, aparecí en Fátima, aparezco en muchos lugares del mundo, pero muchos de mis hijos aún permanecen sordos a mi voz y no quieren arrepentirse de sus pecados.

Recibid mi amor como Madre en vuestros corazones y llevadlo a vuestros hermanos y hermanas. ¡No dudéis! Vivid lo que os digo y muchas gracias descenderán del cielo sobre vuestras familias y sobre el mundo.

Os bendigo a todos con mi bendición maternal. Regresad a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Nuestra Señora nos da indicaciones precisas y sencillas para alcanzar las gracias del cielo y la paz de Dios: rezar más acercándonos a los santos sacramentos y ser obedientes a lo que ella nos propone y nos enseña, no siendo sordos y ciegos. Lo peor en la vida de un cristiano es saber que la verdad está ante él, pero no querer admitirla como cierta, la considera una mentira y la desprecia, porque no quiere renunciar al pecado y a su vida mundana. Este es el peligro que muchos corren hoy, porque quieren tener toda la certeza para dudar de las verdades de Dios. Por eso Nuestra Señora nos pide que vivamos sus mensajes. En los mensajes encontraremos respuestas a tantas preguntas y encontraremos la gracia de Dios que quiere cambiar nuestros corazones endurecidos en corazones de carne llenos de amor y paz. Ser testigos del amor de Dios y de su amor por nuestros hermanos, es decir, evangelizar con nuestras vidas, con nuestros actos y palabras, en estos tiempos, es un gran desafío, pero no es imposible, porque el Dios de lo imposible está con nosotros y con él podemos hacer todo, incluso transformar este mundo pagano en un mundo verdaderamente cristiano.

Orígenes:

➥ SantuarioDeItapiranga.com.br

➥ Itapiranga0205.blogspot.com

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