viernes, 11 de mayo de 2012

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Fontanelle, Italia

¡Paz, mis queridos hijos!

Gracias por su presencia aquí en este lugar bendecido por su Madre Celestial.

Vengo del cielo por orden de mi Divino Hijo. Él, verdadero amor, los invita a la oración, al sacrificio y a la penitencia, a través de mí, su Madre, para que puedan perseverar en su camino de conversión.

Mis hijos, oren por el Papa y la Iglesia. Él debe sufrir grandes ataques, pero les digo que estoy a su lado para consolarlo dándoles la ayuda de su Madre. Aquellos que no son obedientes al Papa y no aman la Iglesia de mi Hijo Jesús hieren mucho mi Inmaculado Corazón.

Oren, oren mucho el santo rosario para detener la acción del diablo dentro de la Iglesia, porque muchos se dejan cegar por Satanás, debido a su apego al dinero y a las cosas materiales. Todo lo que pertenece a la Iglesia de mi Hijo es sagrado. ¡Ay de aquellos que pecan contra el Señor usando sus obras sagradas para su propio beneficio! Todo debe hacerse con amor por el Señor y para el Señor.

Oren, mis hijos, oren por sus hermanos que no quieren abrir sus corazones a Dios. La oración puede cambiar muchas cosas y puede salvar muchas almas para Dios, así que mis hijos, oren, oren, oren.

Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. ¡Amén!

La Santísima Virgen una vez más vino del cielo para transmitirme su llamado. Apareció en el lugar, donde hace muchos años se manifestó como Rosa Mística, Madre de la Iglesia, y hoy, en su mensaje, menciona justamente los problemas que están sucediendo dentro de la Iglesia en muchos lugares del mundo, nos habla del desapego al dinero y a las posesiones materiales. Estas cosas no nos llevarán al Señor ni al reino de los cielos, sino solo el amor puro y santo de su Divino Hijo. ¿Cuántas personas están dentro de la Iglesia, dentro de los Movimientos, dentro de los grupos de oración, a la cabeza de tantas cosas, pero no están dando un buen ejemplo de vida santa, porque se dejan apegar al dinero y a las cosas materiales? Recordemos lo que la Santa Madre nos dijo: "¡Todo lo que pertenece a la Iglesia de mi Hijo es sagrado! ¡Ay de aquellos que pecan contra el Señor usando sus obras sagradas para su propio beneficio!"... Estas personas tendrán que responder ante Dios, por todo lo que han hecho mal, destruyendo sus obras santas.

El apego al dinero, al poder, y ciertos compromisos con el mundo son la ruina de muchas almas, ya sean sacerdotales, consagradas o laicas. Nuestro único apego debe ser al amor divino de Jesús, esforzándonos cada día por hacer la voluntad de nuestro Padre en el cielo.

¿Cuántas personas se encuentran cegadas por el diablo porque no tienen un corazón simple y humildad? El orgullo causa que muchos caigan gravemente en pecado perdiendo así las bendiciones y gracias de Dios.