lunes, 5 de junio de 2000

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡La paz esté con ustedes!

Mis queridos hijos, Yo soy la Reina de la Paz y la Madre de Jesús. Estoy feliz por su presencia aquí esta noche. Que el Señor siempre los bendiga y les conceda Su paz. Continúen rezando el rosario, porque con el rosario el Señor les concede a todos muchas gracias.

Tienen que rezar el rosario mucho y con fe. El mundo camina por el camino del pecado, pero el Señor Dios viene al rescate de todos sus hijos pecadores. Oren con amor y fe. Sepan que Dios está escuchando sus oraciones y peticiones hoy. Créanlo firmemente, porque para aquellos que tienen fe el Señor puede lograr grandes cosas.

A las madres, les doy mi amor maternal y consuelo en sus aflicciones. A los padres, oro ante Dios para que sean hombres de oración y responsables en sus compromisos con Él.

A los hijos, les pido que vivan la obediencia a sus padres y que sean testigos del amor de Dios y de Su santa presencia en el mundo. Oren por mis hijos sacerdotes, para que el Espíritu Santo los ilumine y les conceda la gracia de la fidelidad y la perseverancia en su ministerio sacerdotal. No se desanimen, sino sean alegres y serenos.

Yo, su Madre, estoy aquí para ayudarlos en sus aflicciones y dificultades. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

En esta aparición, la Madre de Dios me enseñó la siguiente oración:

María, Reina de la Paz, concédenos a través de tu intercesión la curación de nuestro cuerpo y alma. Pídele a Dios por nosotros, porque somos tus hijos que necesitamos tu ayuda maternal. Tú eres nuestra Madre maternal que nunca abandona a sus hijos en sus aflicciones. Gracias María, mi querida Madre, por tu amor y por pedirle a Jesús, tu adorable e divino Hijo, por nosotros. Te amamos y te agradecemos por todo lo que haces por nosotros. Gracias, gracias, gracias. ¡Amén!