jueves, 15 de enero de 1998

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Como de costumbre durante la recitación de los siete Credos, la Santísima Virgen apareció más luminosa que en otras ocasiones. Brillaba tan intensamente, emitiendo rayos de luz que la noche se aclaró como si fuera el amanecer. Rezó los dos últimos credos conmigo y luego rezamos por el Papa, por todos los obispos, sacerdotes y religiosos. Entre muchas cosas, Ella, la Virgen, me dijo que solo podía contarle a la gente el siguiente mensaje:

¡No sigas cometiendo pecados terribles!

Este mensaje me dolió profundamente en el corazón, al ver la expresión de dolor y tristeza en el rostro de la Virgen que es tan hermosa.