Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU
miércoles, 30 de diciembre de 2015
Tu Jesús de Amor y Misericordia y Justicia
Ven Espíritu Santo, Santísima Trinidad, y todo el Cielo con San Miguel como protector de Mis palabras

Mi muy amado hijo es bueno hablarte de nuevo. Quería que tú y Mis hijos pensarais en los últimos mensajes que se dieron. Os dije que se habían acabado las advertencias que he estado dando y que empezaría a enseñar lo que necesitáis hacer para salvar vuestras almas. También os dije que lo que os estaba advirtiendo ya estaba ocurriendo en algunas partes del mundo y que no tuvierais demasiada prisa para que ocurriera más rápido. También os dije que América rompió la espalda del camello cuando aprobaron la gran ley en vuestro gobierno de uniones entre personas del mismo sexo: no es un matrimonio. Les digo a Mis hijos que no existe el matrimonio entre personas del mismo sexo, excepto en el mundo de satanás, no en el mundo de Dios.
Todo empezó en Oriente hace años y las advertencias y castigos están ahora en tu país, América. Como te dije, se hará más fuerte a medida que pase el tiempo. También verás una hambruna en tu país con todos los desastres naturales que están ocurriendo. Habrá inundaciones en algunas zonas que no han sido protegidas por la falta de oraciones de la gente que aún no sigue Mi Voluntad. Tu país ahora será tomado por la gente malvada porque tu país fue elegido por Mi Madre para ayudar a salvar al mundo, pero negaste tu Constitución, sobre la que tus líderes fundaron América.
También negáis los Diez Mandamientos que son las leyes del Cielo. Los ángeles caídos negaron las leyes del Cielo y fueron expulsados por San Miguel. Ahora seréis esclavos en vuestro propio país hasta que el Apocalipsis llegue a su fin. Hay lugares especiales que se establecieron en todo el mundo para los que pedirán perdón por sus pecados y para todos Mis siervos fieles que siguen los Diez Mandamientos y rezan el rosario, y ofrecen sacrificios por todos los pecadores.
Por favor, rezad por las pobres almas del Purgatorio, porque no pueden rezar por sí mismas. Ellas rezan por todos vosotros en la tierra y vosotros debéis rezar por todas las almas del Purgatorio. Vuestros seres queridos del Purgatorio os suplican oraciones y Misas para poder llegar antes al Cielo y ayudar a toda su familia en la tierra más desde el Cielo que desde el Purgatorio. Acordaos de todos vuestros seres queridos que han muerto antes que vosotros en este tiempo de Navidad. Te he dado una oración especial muy parecida a la oración que le di a Santa Gertrudis, pero con más detalles para los tiempos desesperados en los que nos encontramos.
Oh Padre Divino y Eterno, te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo, Jesús, en unión con todas las Misas, rosarios, oraciones y sacrificios que se han ofrecido desde el principio hasta el fin de los tiempos, por todas las Almas Santas del Purgatorio, por todas las almas perdidas de la tierra, por todas las almas de la iglesia universal, por todas las almas de mi propia casa y de mi propia familia. Amén.
Esta es una oración que se reza ante el Santísimo Sacramento y que el mundo necesita rezar tan a menudo como sea posible. Hijo mío, te costó mucho escribir esta oración porque satanás luchaba contra ti con saña para impedir que la escribieras. San Miguel te ayudó a protegerte y a sacar esta oración. Te costó lo mismo escribir la oración de la comida que te di para protegerte de todas las cosas contaminadas de tu casa:
Oh Padre Divino y Eterno, por la preciosísima sangre de Tu Divino Hijo Jesús, te pedimos que elimines todo lo que no sea de Ti en nuestra comida, nuestra agua o nuestro aire, en nuestras medicinas, en nuestros hogares, en nuestros cuerpos y en nuestras almas, y lo sustituyas por la pureza que había en el Jardín del Edén antes de que Adán y Eva pecaran. Gracias. Amén.
Y la oración de después de comer
Te damos las gracias por este alimento puro de Tu generosidad, por Cristo nuestro Señor. Amén.
Esto es todo hijo Mío, feliz Año Nuevo para algunos, pero malo para muchos. Reza, reza, reza para que pueda atenuarlo un poco. Tu Jesús de amor, y misericordia, y justicia.
Por favor, pon la otra oración que te dio tu amigo. Ayudará a despejar un poco el mal de vuestros hogares y familias.
Yo ordeno, en el nombre de Jesús, por el poder de Jesús, y a través de la sangre de Jesús y en el santo nombre de María que cualquier espíritu maligno que esté presente, vigilando, escuchando, o unido de alguna manera a los miembros de nuestra familia, a nuestros hogares, a nuestros trabajos, a nuestros coches, sea atado y arrojado al pie de la cruz, eliminado por Jesús, y se le ordene que nunca más vuelva a hacer daño a nadie. Ordeno que sean sustituidos por santos ángeles guerreros y por el amor de Dios.
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