lunes, 24 de noviembre de 2014

Llamado urgente de San Miguel a los hijos de Dios.

Oren hermanos y hermanas por las almas santas en el purgatorio, ¡porque necesitan su oración, ayuno y penitencia para poder ser liberadas!

Aleluya, aleluya, aleluya, gloria sea al Señor, gloria sea al Señor, gloria sea al Señor. Hermanos y hermanas prepárense, no demoren más su conversión, apúrense para que puedan tomar antes el camino de la salvación, porque antes de darse cuenta se encontrarán en la eternidad; preguntando neciamente: "¿Qué responderé a Mi Padre cuando entre en Su presencia?" – Ya no seguirás diciendo que nada va a suceder, pues te digo que todo lo escrito será cumplido y muchas almas experimentarán una prueba muy dolorosa al pasar por la eternidad debido a su falta de fe y compromiso. ¡Qué tristeza experimentan estas almas quienes conocen el dolor para madurar en la fe y no pueden dudar de la existencia de Dios!

Oren hermanos y hermanas por las almas santas en el purgatorio, porque necesitan su oración, ayuno y penitencia para poder ser liberadas. Hay millones de almas pasando muchos años de su tiempo en el purgatorio, ya que no se encontró a nadie que orara por ellas. Hay almas que solo necesitan una Santa Misa ofrecida por ellas, un Rosario o un acto de misericordia para dejar el Purgatorio; estas almas están en el lugar de la expectativa; recuérdenlas en sus oraciones para que puedan disfrutar de la Gloria Eterna.

Hay otras almas que necesitan perdón de sus familias u otros aquí en la tierra para ir pronto a los diversos estados del purgatorio; si alguno de ustedes recibió alguna ofensa por parte de estas almas, yo Miguel les pido que las perdonen por caridad para que puedan beneficiarse de todas las Santas Misas ofrecidas por ellas en todo el mundo, por el descanso eterno de las Almas. El no perdonar prolonga el tiempo de purificación en el Purgatorio, entiendan hermanos y hermanas que el mundo espiritual es mucho más diferenciado que su mundo terrenal. En la eternidad reina la Justicia Divina y todos sus malos actos aquí en la tierra deben ser reparados nuevamente en los diversos estados del purgatorio.

Como Guardián de las Almas, les pido a cada uno de aquellos que atraviesan este mundo sin Dios y sin ley reconsiderarlo y lo antes posible emprender el camino del amor, perdón y reparación para que cuando entren en la eternidad no tengan una larga estadía en el purgatorio. Hay muchas almas en los profundidades del Purgatorio quienes no fueron condenadas por la misericordia de Mi Padre, Almas quienes no pensaron en Dios en esta vida ni en su prójimo y atravesaron este mundo para hacer el mal; pero a la hora de su muerte sintieron algún arrepentimiento, otros no se perdieron gracias a las oraciones de sus familias, especialmente sus madres, y muchos otros por las oraciones de almas penitentes, gracias a ellos no fueron condenadas. Estas Almas están en los profundidades del Purgatorio que es un lugar de gran purificación y completamente oscuro donde las Almas luchan contra sus propios demonios para purificarse. Demonios quienes les habían abierto puertas en esta tierra y si no fuera por la misericordia de Dios, habrían sido condenadas. Por lo tanto les pido hermanos y hermanas a orar también por estas pobres almas para que puedan ser liberadas de este lugar de tormento y alcanzar la Alegría Eterna.

Hay otras almas quienes se encuentran caídas del tiempo—estas son las almas cautivas incapaces de liberarse de este mundo, pues murieron antes de su tiempo predestinado por Voluntad Divina o tuvieron apegos en esta vida y la sorpresa de la muerte los aferra a sus posesiones materiales o familia. Estas almas deben estar encerradas en oración, especialmente durante el momento de la elevación dentro de la Santa Misa para que puedan entrar en la eternidad. Hay otras almas quienes no estaban listas para morir y aún se aferran a la vida de este mundo; su conciencia espiritual se niega a irse y vaga entre ustedes—recen por estas, para que encuentren la Luz y descansen en Sagrada Paz.

Hermanos y hermanas ¡no abandonen las almas en el Purgatorio! Recuerden que mañana podrían estar en su lugar; sean caritativos y oren por ellas porque el Cielo les espera y solo serán liberadas si oran, ayunan y realizan penitencia a favor de este mundo.

Que la paz del Altísimo siempre los acompañe, gente de buena voluntad. Su hermano y consejero, Miguel Arcángel. ¡Gloria sea al Señor, gloria sea al Señor, gloria sea al Señor! La Gloria y el honor pertenecen a Aquél que mora entre los Querubines.

Hagan conocer este mensaje a toda la humanidad.