martes, 17 de abril de 2012

Mensaje Urgente de Dios a Todas las Naciones.

¡Ay de aquellos que dicen, nada ha pasado, y nada pasará! ¡Dios no nos hará bien ni mal!

Hombres de buena voluntad, la paz sea con ustedes.

¡Ay de aquellos que dicen, nada ha pasado y nada pasará! ¡Dios no nos hará bien ni mal! ¡Oh, cómo están equivocados, hijos del mundo!; Les digo, no he desatado mi ira sino por mi misericordia, y como su Padre, espero al hijo pródigo, incluso hasta el último minuto, para que reconsideren, se arrepientan y regresen al hogar de su Padre. Ya ha pasado mucho tiempo desde que mi creación clama: ¡Justicia, justicia, justicia! Y será mi justicia la que se derrame sobre ustedes muy pronto, para que todo sea purificado y, por lo tanto, la Ley y el Orden reinen de nuevo.

¡Oh, cómo son insensatos!; ¿Cómo se sienten tan seguros, como si nada hubiera pasado? ¿Por qué aún no ha comenzado mi justicia? Insensatos, les digo, aún no he derramado mi justicia sobre la humanidad, porque espero su conversión; bien saben que no me complazco con la muerte de los pecadores. Pero veo en ustedes, un pueblo con cuellos obstinados que necesitan mucha justicia para cambiar. Ustedes piensan como hombres, yo pienso como Dios; recuerden que soy más Padre que Juez. Como su Padre, espero el despertar de su conciencia para ayudarlos a reconsiderar y regresar a Mí, es mi último cambio, no lo desperdicien. Están viviendo las últimas campanas de mi misericordia; aprovechen esta última oportunidad de misericordia que se les ofrece, para arrepentirse de corazón. Porque mañana nadie los escuchará y será demasiado tarde para muchos. Mi justicia, ¿quién podrá soportarla? Les estoy dando todas las señales y mi creación grita de dolores de parto, en varios lugares, anhelando su conciencia; y sin embargo, ustedes permanecen sordos y ciegos a mis llamados; ¿Qué será de ustedes criaturas, cuando desate mi justa ira? Entonces se golpearán el pecho y clamarán al Cielo por misericordia y no serán escuchados.

Durante el tiempo de mi justicia ningún mortal estará a salvo, porque aquel que quiera salvar su vida la perderá, pero aquel que la pierda por Mí, la salvará. Muchos de los últimos serán los primeros y muchos de los primeros serán los últimos, porque sin Dios no son nada. Les digo a los mortales: ¿Qué saben de mi misericordia? Muchos de ustedes se creen sabios y niegan mi existencia; juzgan todo desde el punto de vista del razonamiento humano y la sabiduría mundana, incluso las obras de Dios; les digo, que su sabiduría y discernimiento humano son basura ante mis ojos. Juzguen las cosas mundanas con discernimiento humano, pero no discernan las cosas del Señor humanamente, porque solo el Espíritu Santo de la Verdad puede revelarlas. No jueguen a ser Dioses, dejen de manipular mi creación y mis criaturas; muy pronto me conocerán no como su Padre, sino como un Juez Justo. Por lo tanto, conocerán al Único y Verdadero Dios, Señor de las Naciones y Dios de dioses.

Me entristece ver cómo mi creación está siendo transformada por ustedes en un desierto, por sus injusticias y su sed de poder. Mi creación yace enferma y desolada, si no intervengo ustedes pueden destruirla. ¿Cuántas vidas son interrumpidas dentro de los vientres maternos asesinos? ¿Cuántas naciones se azotan a sí mismas en una miseria absoluta? Una minoría explota y esclaviza a una inmensa mayoría. Les digo, ya no permitiré estas injusticias; ustedes dioses del barro, su reinado está a punto de terminar. Mi tierra será dada como herencia a mi pueblo elegido; mi Nueva Jerusalén espera a mis hijos leales y fieles.

Ustedes Opulentos ya han disfrutado y despilfarrado en esta tierra sus talentos sin tener en cuenta a mi Lázaro. El tiempo de mi justicia está cerca; todo ha llegado a pasar. Arrepientan y conviértanse porque el reino de Dios está cerca. De nuevo, les digo, la paz sea con ustedes, hombres de buena voluntad. Soy su Padre, Yahveh Señor de los cielos y la tierra. Juez Justo.

Hagan conocer mis mensajes a todas las naciones.