viernes, 16 de marzo de 2012

Mi Madre será el Sagrado Sacramento donde permaneceré durante los Días de Purificación!

Hijos Míos, Mi paz esté con ustedes.

Mi adversario ha intensificado sus ataques en la mente de Mis ovejas y de toda la humanidad. Así, a medida que Mi Espíritu comienza a partir, los ataques mentales serán más fuertes; no pierdan la cabeza, no desesperen, oren y repelan, cúbranse con el escudo de Mi Sangre y conságranse a Él; alimenten sus almas con Mi Cuerpo y con Mi Sangre y vestidos con la Armadura Espiritual, podrán resistir y repeler estos ataques. Estén alertas y vigilantes en cada momento, porque Mi adversario los conoce y conoce sus debilidades; por lo tanto, fortalezcan las cerraduras de sus puertas abiertas con mayor rapidez, penitencia, oración y alimento espiritual.

Les digo de nuevo, no teman, todo esto es parte de su purificación; unánse a Mí, y la prueba será más llevadera. Estaré un tiempo corto con ustedes, no se aflijan, no los abandonaré; permaneceré con ustedes a través de Mi Madre. Mi Madre será el Sagrado Sacramento donde permaneceré durante los días de purificación. Oren el Santo Rosario y medítenlo, y Mi Madre les dará paz y los consolará durante estos días de prueba.

No se alejen de Mi Madre, Ella los cuidará, será su refugio y amparo y al final del camino les mostrará a Su Hijo, fruto bendito de su vientre. Hijos Míos, después de Pentecostés la creación comenzará su transformación; no se asusten por los eventos que verán, recuerden que todo lo profetizado para estos tiempos debe cumplirse tal como está escrito. Mi rebaño, alegres los que superen la prueba, pues sus ojos verán al Hijo del Hombre descendiendo del Cielo con toda Su majestad y gloria y contemplarán la Nueva y Celestial Jerusalén en todo su esplendor y belleza esperando por ustedes!

Los días están más cerca, la luz muy pronto disipará la oscuridad y el Reino de Dios estará entre ustedes hasta el fin de los tiempos. Prepárense para el despertar de las conciencias y no teman; recuerden que el hombre viejo debe morir al pecado, para el renacimiento de una nueva criatura transformada por la Gracia de Mi Espíritu, en un ser totalmente espiritual. Les digo de nuevo, después de la advertencia no serán los mismos; su espíritu gobernará sobre la materia y serán nuevos seres espirituales con una misión a cumplir para el Reino de Dios. Serán Mi rebaño, y Yo seré su Eterno Pastor.

Regocíjense pues, hijos Míos, pues los días de esclavitud y dolor están llegando a su fin; en los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra la alegría, la paz y la felicidad los esperan, que nadie puede quitarles. Mi paz les doy, y Mi paz les dejo. Soy su Maestro y Pastor. Jesús de Nazaret.

Hagan conocer Mis mensajes a toda la humanidad.