Mis queridos hijitos, ¡alabado sea Jesús!
Por favor, seguid elevando vuestros corazones con cantos de alabanza, ¡y no dejéis que los pensamientos negativos cambien o afecten a vuestras emociones! No despreciéis a nadie. Si las cuestiones interiores os causan turbación, pedid a Mi Hijo, por Su inefable Misericordia, que os ilumine y os cure. Si estás ansioso y buscas consuelos mundanos, no alcanzarás la paz de corazón que deseas. La falsedad no puede alimentar el alma. Reza para que te sacies de Fe, Esperanza y Amor en Dios Padre. Él es Todo Amoroso y Misericordioso. Él es el Todopoderoso y reina sobre justos e injustos.
Pide a Mi Hijo que te ayude a amar a tus enemigos por Amor a Él, y aboga por ellos, sin cambiar mal por mal. Apártate de tus preocupaciones, sean cuales sean. Los buenos pensamientos hablan más alto que las palabras. Si los buenos pensamientos no acompañan a tus palabras, son inútiles. Entregad vuestros corazones, no vuestras palabras, a Mi Hijo.
Mis queridos hijos, elevad afectuosamente vuestras mentes, corazones y almas hacia Mi Hijo en alas del deseo y del afecto que se fortalecen con Su Amor.
Paz a vosotros. Yo estoy con vosotros y os amo, hijitos. Os bendigo en nombre de Dios Padre.
Ad Deum
"Que nada te turbe. Que nada te asuste. Todas las cosas pasan: Dios nunca cambia. La paciencia lo consigue todo. A quien tiene a Dios, nada le falta; sólo Dios basta".
- Santa Teresa de Ávila,
¡Dolorosísimo e Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros!
Origen: ➥ OurLadyOfEmmitsburg.com